jueves, 9 de noviembre de 2017

Analisis de la sociedad en Fahrenheit 451 de Ray Bradbury

En la novela Fahrenheit 451(1953) del autor estadounidense Ray Bradbury se representa a una sociedad futura y sistólica en la que los libros y la lectura están prohibidos y duramente penados por un estado todo poderoso. La lectura fue suplantada por la televisión y es el medio de comunicación más popular. El protagonista de la historia es Montag un bombero que, en vez de apagar los incendios, los provoca prendiendo fuego a los libros y a casas que los contienen.
En esta novela se usan varios temas para decir que es una sociedad distopica.
 El principal es la censura. La prohibición de los libros, según Beatty se basa en varios puntos. La tecnología acelera a la vida de la gente, el mundo se hace más rápido y las noticias deben resumirse por que las personas carecen de tiempo para pensarlo que leen. Mientras tanto las población aumenta y las masas no desean pensar, solo divertirse:
"- La tecnología, la explotación de las masas y la presión de las minorías produjo el fenómeno, a Dios gracias."(página 97)
Otro tema es el arte abstracto. En una de las conversaciones entre Montag y Clarisse, esta crítica que el único arte que hay es el abstracto. Esta desvinculación de la realidad y el arte es significativa porque el arte pierde toda su capacidad crítica y expresiva. El arte abstracto al estsr desvinculado de la realidad y no tener ningún tipo de capacidad de crítica, no es capaz de exaltar a la gente:
"La pared musical encendida y todas las combinaciones coloreadas y bajan, pero solo se trata de  colores y de dibujo abstracto, y en los museos... ¿Ha estado en alguno de ellos? Todo es abstracto. Es lo único que hay ahora."(pagina 41)
Otro tema muy importante es la educación. Esta sociedad está orientada a que los estudiantes no piensen, que no cuestionen absolutamente nada y, por lo tanto  , las actividades más importantes que se realizan son la proyección de imágenes y videos( para que los alumnos no interactúen con el profesor) y mucho deporte( para alzar el espíritu del grupo):
"... No concidero que sea sociable reunir a un grupo de gente y después no dejar que hable. Una hora de clase TV, una de baloncesto  [...]. Pero jade saber que nunca hacemos preguntas o por lo menos la mayoría no las hacen; no hacen más que lanzarse respuesta..."(página 39)
La guerra es otra tema, que no ocupa prácticamente el primer plano, sino que es mencionada de pasada, creando un fondo que crece a lo largo de la novela. El hecho de vivir en permanente está de guerra genera miedo y una sociedad aterrorizada es más fácil de manipular.
Por último, la religión es un tema que se comenta muy brevemente. La sociedad es Cristiana u esta se practica desde televisión, donde aparece Cristo como un personaje más de la "familia" anunciando productos.
"-Dios mío, de qué modo lo han cambiado en nuestros salones. Cristo es uno de la familia [...] cuando no hace referencias veladas a ciertos productos que todo fiel necesita..."(página 98).
En conclusión, la sociedad de Fahrenheit 451 es una sociedad distopica porque es represiva y autoritaria, para esto se utilizan los medios de comunicación y la quema de libros principalmente. Algo muy parecido paso en la dictadura de 1976 en Argentina y actualmente podría volver a pasar ya que los medios de comunicación controla a la mayoría de la gente.

jueves, 26 de octubre de 2017

Informe sobre el cuento "La Gallina Degollada"

   El presente informe tiene como objetivo comentar el cuento "La Gallina Degollada" del escritor Horacio Quiroga.
   Estructura: El cuento es breve, tiene un narrador en tercera persona omnisciente y esta escrito en prosa.
   Síntesis argumental: El matrimonio Mazzini-Ferraz tiene cuatro hijos varones que sufren retraso mental. Los niños son despreciados por sus padres por lo que se podía notar una negación ante la enfermedad de sus hijos.
   Los cuatro hijos habían nacido sanos, pero al año comenzaban a tener convulsiones, perdiendo su capacidad mental y quedando "idiotas". Luego, Berta y Mazzini tuvieron una hija llamada Bertita. Ella creció sana y hermosa hasta llegar a los cuatro años, luego de esto Berta abandono por completo a sus cuatro hijos y le dedico toda la atención a su hija.
   Un día, la empleada degolló a una gallina para poder hacer el almuerzo, mientras los cuatro hijos miraban.
   Después de almorzar se fueron a saludar a sus vecinos, mientras Bertita se dedicaba a jugar trepando el muro. En un momento sus hermanos le agarraron la pierna y la arrastraron a la cocina. Al final Bertita muere degollada por sus hermanos.
   Temáticas que aborda: En "La Gallina Degollada" abordan las temáticas de los problemas mentales, el desagrado familiar, la muerte y la envidia.
   Recursos y personajes: Este cuento se destaca por el uso de la exageración y de los contra personajes (Bertita y sus hermanos)
   En este cuento se destacan los cuatro hermanos y Bertita, tenemos personajes secundarios como el Doctor o la Sirvienta y antagonistas como lo padres.
   Autor y Estilo: Quiroga es un escritor muy importante en la narrativa contemporánea no solo por su maestría en los cuentos breves sino también a sus aportes a géneros como el extraño y de terror.
   Conclusión: "La Gallina Degollada" es muy apropiada para analizar la maestría del autor en el relato breve y en la creación de personajes y situaciones inquietantes.

jueves, 25 de mayo de 2017

El Espejo
En la casa de mi tía hay un espejo manchado.
-¿Por qué ese espejo está manchado? Le pregunte
Ella me dijo:- que era muy antiguo.
 -¿Y por qué no lo cambias por un espejo nuevo? Le volví a preguntar pregunté.
-Porque le pertenecía a mis tatarabuelos. Tiene mucha historia, No podría deshacerme de él. Me respondió
Comencé a mirarlo más detenidamente.
-No te mires mucho en ese espejo. dijo la tía.
- Tu abuelo nos tenía prohibido mirarlo.              
 -¿Por qué? Pregunté con curiosidad.
-No conozco el porqué pero tu abuelo nos dijo que por culpa del espejo nunca monto un caballo. Y a él le encantaban los caballos.
Decidí no hacerle caso y continuar investigando. Me miré. Hice muecas. Saqué la lengua. El espejo devolvía una imagen deformada. Volví a mirarme. Yo no parecía tener diez años, sino más de dieciséis. Era mucho más alto. Mi cara era más delgada, mi pelo estaba más largo y hasta vestía de otra manera.  Dije: -“Hola” y el sonido que me devolvió fue grave y profundo. No era mi voz actual. Recordé inmediatamente la charla con Juan, mi amigo, cuando nuestros padres no nos dieron permiso para salir. Los dos nos dijimos:
-“ Cómo nos gustaría ser grandes para poder ir solos al cine”. ¿Sería este un espejo mágico?
 Le conté a Juan y  él, a quien le gustaba todo lo que estaba rodeado de misterio, me pidió ir a verlo. Nos paramos como estúpidos, acercando nuestras narices contra el vidrio, hasta empañarlo con nuestro aliento. Al alejarnos, el espejo nos devolvió una imagen nuevamente deformada. Yo estaba igual que ayer, pero vestido diferente y Juan era más alto que yo. Tenía el cabello teñido con un mechón verde y usaba una campera negra de jean. Nos reímos mientras observábamos nuestro aspecto desaliñado. “¡Habla!”, le dije a Juan. El preguntó: -¿Cuantos años tengo? El espejo devolvió la misma pregunta con una voz áspera y ronca. Juan se quedó mudo por el asombro. De pronto, apareció mi tía y nos mandó cada uno a su casa: -¡Basta de perder el tiempo con eso. Tengo que salir y ya es hora de que preparen las tareas para el colegio!
Al otro día solo estuvimos pensando en el espejo. obiamente tenía propiedades mágicas. La duda de Juan era conocer la edad que teníamos en la imagen representada y quería volver a la casa de mi tía a toda costa. Ella trabajaba todos los días y yo iba de visita de vez en cuando.
A la semana siguiente, ya Juan había ideado algo. Mi tía se extrañó de vernos otra vez a los dos. Nos apuramos a tomar la leche y nos sentamos juntos frente al espejo. Hicimos el mismo ritual de acercar nuestras narices, para luego alejarnos a cierta distancia. Esta vez estábamos vestidos con otra ropa. Juan dijo: ¨tengo diez…años¨ y el espejo respondió “Tengo diecisiete años”. Nos miramos asombrados y contentos. Habíamos logrado conocer la edad representada en el espejo.
Mientras caminábamos por la vereda, nos preguntábamos qué nos gustaría hacer cuando tuviéramos esa edad. Juan era fanático de los aviones, y tirarse en paracaídas era su sueño. Yo pensaba que a esa edad tal vez mi papá me prestaría el auto y no bien llegó del trabajo le pregunté:
 -¿Papá cuando yo tenga diecisiete años, vos me vas a prestar el auto?
 Mi papá me dijo que sí. -Si sacas el registro a esa edad, te lo presto.
Pero ahora falta mucho para eso.-! Mira la pregunta que me haces!
Las clases terminaron, nos fuimos de vacaciones y pasamos el verano despreocupados, disfrutando de la arena y del mar. Cuando nos reencontramos nuevamente en el colegio, enseguida planificamos una visita a la casa de la tía.
-¡Otra vez los dos! ¿Vienen a verme a mí o al espejo? Preguntó.
Los dos corrimos hacia el espejo e iniciamos nuestro ritual. Al alejarnos el espejo devolvió una imagen que nos heló la sangre. Juan estaba en una cama de hospital, con una venda manchada de sangre en la cabeza y los ojos cerrados. Le salían cables y tubos en todas direcciones. Un aparato le sostenía una pierna en lo alto. Parecía un accidentado. Salimos corriendo cada uno para su casa pensando en qué podría haber pasado.
Recién pudimos volver en dos semanas. No nos importaba el bizcochuelo que mi tía había preparado ni la leche. Solo queríamos mirar el espejo. Esta vez no pudimos vernos juntos. -¿Qué habría sucedido? Decidimos enfrentarlo de a uno por vez. Primero se fue Juan. Tenía los ojos abiertos pero parecía perdido. Seguía en la cama de hospital, pero sin tantos cables. Por lo visto había mejorado. Luego yo. Mi imagen era triste: con los ojos vidriosos y enrojecidos. Estaba vestido con saco y corbata como si hubiera perdido los beneficios de la adolescencia para asumir responsabilidades de la adultez. Me levanté, confundido y nos fuimos imaginando mil historias posibles.

Pensamos que ese espejo en lugar de ser mágico era maldito. ¿Qué sentido tenía querer saber cómo seríamos a los diecisiete años?  Nada nos aseguraba que ese espejo nos reflejara el futuro real. Todas esas imágenes podrían ser engañosas. Pero por las dudas le hice prometer a Juan que jamás se tiraría de un paracaídas.

sábado, 15 de abril de 2017

INOLVIDABLE HECHO POR LA ROTURA DE BALCÓN


   Vecino rompe balcón de vecina 

 La Sra. Ema Díaz le hará juicio a su vecino Ramón González porque le rompió el balcón cuando quiso enamorarla con una canción de mariachis. Uno de los juicios más raros de toda la historia aunque ha habido algunos que lo superaron. El insólito hecho ocurrió en un edificio muy conocido y antiguo de Quilmes en la calle Videla entre Paz y Pringles. Este extraño hecho será  recordado por todo el partido de Quilmes pero principalmente por Ema, una joven de 18 años que se había ido a vivir sola a la antigua construcción, y Ramón  , un anciano de aproximadamente 85 años que vivió siempre en el edificio.
Imagen del balcón roto
Imagen del balcón roto 
   El hecho se produjo cerca del mediodía. Eran aproximadamente entre las 11:00 y las 12:00; nuestra protagonista estaba apreciando las nubes y el canto de los pájaros que aparecían por su balcón, cuando le agarró hambre y se fue al supermercado de la otra cuadra. Cuando estaba abriendo la puerta para ir a comprar,  notó  ruidos extraños por la zona de la cocina y el living. Por si fuera poco la juguetona puerta se trabó. Asustada, corrió al balcón pidiendo ayuda. Desafortunadamente, en el lugar donde estaba no la escuchaba nadie. De repente, en ese momento, escuchó una música, pero no cualquier música sino de, ¿Mariachis? se preguntó la sorprendida mujer. Sí, los cantantes mexicanos tan conocidos, acompañados por su vecino Ramón que, lentamente y al ritmo de la música se iba acercando a ella. Ema le pidió que se alejara y que no le parecía gracioso. Él la iba alagando con sus poemas mientras se iba acercando cada vez más. Entonces, Ema gritando entro al del departamento y Ramón la siguió. Ema no tuvo más remedio que empujarlo y, al hacerlo, rompió una parte del costado del balcón. Ramón se fue con sus mariachis mientras Ema le gritaba que le iba a hacer juicio.

El juicio
  
  Ema y Ramón se cruzaron las caras otra vez en el juicio, en el que la mujer presentó como testigos a los mariachis. Y también se presentó a declarar una señora de la misma edad que Ramón, que fue su novia, había visto un poco del final de la escena.
   Con el paso de los días, Ema no quiso poner más evidencias porque no quería que Ramón fuera encarcelado, entonces, por generosidad, el anciano sigue libre.
 Claro que cuando pudo, como buen caballero, fue a saludar por última vez a su bella princesa y Ema no lo recibió bien. Pero al menos, Ramón pudo pedirle perdón y el Caballero se fue felizmente dejando en paz a su hermosa doncella. Llamó al ascensor y rápidamente se fue sonriendo como hacen todos los grandes triunfadores.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Eduardo Ares, Jefe de prensa de Berazategui


Eduardo nació el 11 de enero de 1975 y con mucha experiencia en el área de la comunicación y el periodismo, este vecino Berazategui, trabajó en diversos medios de comunicación, fundamentalmente en el formato

Nicolás Kasza: - ¿Por qué quisiste ser jefe de prensa?                                        

Eduardo Ares: No es que quise ser jefe de prensa, yo había empezado como periodista deportivo hasta que me cansé y me fui a buscar nuevos proyectos. Trabajé como movilero en una radio porque me gusta mucho la noticia, hasta que se me presentó la oportunidad de trabajar en la oficina de prensa en una institución privada. Empecé desde muy abajo hasta que ocupé una de las jefaturas.

Nicolás Kasza: - ¿Volverías a tu antigua profesión o buscarías una nueva?

Eduardo Ares: -No lo creo, esa es una etapa pasada. volvería como hobby. Si en determinado momento me aburro volvería a buscar nuevos horizontes.

Nicolás Kasza: ¿-Cómo es tu día laboral?

Eduardo Ares: - Empieza muy temprano, a las 6:00, leyendo distintos medios de información. El día continúa organizando distintos equipos de trabajo con sus distintas tareas y fundamentalmente trabajar en pos de generar una buena información.
Eduardo en un congreso de periodistas 

Nicolás Kasza: ¿-Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Eduardo Ares: -Lo que más me gusta es desactivar bombas (se ríe). Esto significa resolver problemas que van surgiendo durante el día de forma informativa, con el fin de que la gente se mantenga informada y exista un canal de comunicación con el afuera.

Nicolás Kasza: ¿-Qué se siente trabajar con personas importantes?

Eduardo Ares: -Uno mantiene una adrenalina permanente porque este tipo de personalidades o instituciones siempre generan información que puede ser positiva o negativa. Hay que tratar de anticiparse a la información negativa para juntar pruebas y desmentirla  


Nicolás Kasza: ¿-Qué es lo que menos te gusta de tu trabajo?

Eduardo Ares: -lo que menos me gusta son las extensas reuniones con distintas personalidades que tienen que ver con el trabajo, pero no concretamente con lo periodístico, sino que tienen que ver con cuestiones netamente administrativas

Nicolás Kasza: ¿-En cuánto tiempo te jubilarías?

Eduardo Ares: - en este trabajo hay un techo que tiene que ver con la edad de la persona. Yo creo que a los 65 años me estaría jubilando. Todo igual depende de ciertas situaciones que uno pueda seguir o incluso abandonar antes este trabajo.

Eduardo Ares, un ciudadano como nosotros, que hace un par de años se acerco al mundo de la publicidad y nunca más pudo o quiso salir.

 

                                                                                                                                             Nicolás Kasza

lunes, 18 de abril de 2016

Blancanieves y sus caprichos

Había una vez, una joven llamada Blancanieves. No era una chica muy linda, no tenía buen gusto para vestirse y sus únicos intereses eran los videojuegos y ver la televisión. Ella tenía una madrasta muy mala  que todos los días le preguntaba a su espejo mágico “¿Quién es la más linda del reino? Y él respondía siempre: “la más bella eres tú”. Un día el espejo cambio su respuesta y dijo que Blancanieves ocupo su lugar y desde ese momento la madrastra se puso celosa de su hijastra.

Al poco tiempo cuando la madrastra no la dejo jugar a los videojuegos, Blancanieves se fue al bosque. Ahí  encontró una cabaña con los juegos más modernos que existían. Rápidamente comenzó a jugarlos.
 Justo en ese momento, entraron  siete enanos y de un par de escobazos la echaron de su casa.


Al escapar la joven, se encontró con una anciana, que era su madrastra disfrazada. Le ofreció unas manzanas envenenadas, pero como Blancanieves estaba enojada las arrojo por el aire golpeando   la cabeza de un joven príncipe que estaba cabalgando. Blancanieves, lo ayudo a la levantarse y para reparar sus actos lo invito a un campeonato de videojuegos.